Cuando todo a tu alrededor esté envuelto en sombras, puede ser difícil encontrar una salida. Pero recuerda, incluso la más pequeña chispa de luz puede hacer desaparecer la más profunda oscuridad.
En esos momentos de incertidumbre y desesperación, recuerda que la chispa va contigo. Aunque no la veas, ni recuerdes, en qué momento de tu vida habrá quedado y dónde.
No será fácil, te sentirás perdido, o perdida, o quizás no sepas cómo autopercibir tu propia confusión. El miedo te paraliza, enfrentate con lo que tienes adelante, paso a paso, lentamente. No te rindas. No hay obstáculo que te detenga por 100 años pero mejor si hay un baño cerca.
Enfrentar la oscuridad con imprudencia puede tener consecuencias peligrosas. Tómate un momento para evaluar la situación, analiza tus opciones y actúa con precaución. No subestimes el poder que tienes dentro de ti. Puede que no sea una llama deslumbrante al principio, pero con el tiempo, puede crecer y convertirse en una luz brillante que ilumine tu camino.
Enciende la chispa que llevas contigo y deja que su luz te guíe hacia donde quieras llegar, hacia la esperanza y la felicidad. Cuando encuentres el chispero y lo tengas en tu mano pregúntate, ¿de dónde viene ese olor a gas?
